martes, 5 de marzo de 2013

Crónica: Estremera y vuelta


Ruta: Estremera y vuelta.

Distancia: 11.5  Km.

Dificultad: Baja


Esta mañana, tras haber parado en Torres de la Alameda a tomar nuestro café vespertino del domingo, hemos llegado a Estremera donde comenzaba nuestra ruta de hoy.


Hemos dejado los coches en la Plaza del Ayuntamiento y de la Iglesia y hemos salido andando por el Camino de Alcalá que nos ha  sacado del pueblo hasta una senda que nos lleva en pocos metros hasta la Vía Verde del tren del los cuarenta días.



 La mañana soleada pero  fresca nos hace caminar deprisa. El paisaje que nos rodea resulta monótono, vamos por una campiña eminentemente agrícola. Olivos y campos de labor que aún no verdean  nos acompañan en medio de una abrumadora soledad.


Sin casi apreciarlo, mientras caminamos vamos salvando un desnivel de 100 metros. A nuestro alrededor hay páramos con nombres tan insinuantes como “El Conejo” y “La Madriguera”.

Hemos visto algunas perdices y conejos; pero sobre todo una infinidad de madrigueras junto al camino por el que vamos. ¡Cómo saben por instinto los animalitos donde deben resguardarse de los tiros de los cazadores!

La Vía Verde sale de Estremera paralela a la carretera que va hacia Carabaña. Por esta vía hemos caminado hasta hacer 5 kilómetros para regresar de nuevo al pueblo por la senda de La Galiana que transcurre por estos parajes camino de Ciudad Real habiendo partido desde La Rioja.



Mientras nos acercamos a Estremera observamos la extensión de su caserío (1500 habitantes). Entre sus tejados sobresale la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios y su hermosa cúpula, que pasamos a visitar. Se trata de un templo con tres naves. Tiene un retablo barroco en su cabecera y coro alto a los pies sobre el que se conserva un esplendido órgano del Siglo XVIII realizado por el organero mayor del rey Felipe V como nos ha contado Nino, un vecino del pueblo muy amable que también no ha indicado donde teníamos que tomar la cerveza.


En época árabe, Estremera estaba cercada por una muralla como indica su escudo de armas. El pueblo fue entregado a la Corona de Castilla cuando el rey Alfonso VI tomó por esposa o concubina (no hay certeza) a Zaida, la hija del rey musulmán de Sevilla, con la que tuvo al príncipe heredero que perdió la vida en la batalla de Uclés.

En el Siglo XVI el rey Felipe II concedió a Ruy Gómez de Silva el Ducado de Estremera, que más tarde se uniría al de Pastrana, señorío que compró con su esposa Ana Mendoza y de la Cerda.



En las calles de la villa abundas casonas con bellas rejerías y rematadas con elegantes aleros. En “El Rincón de Higuerlop” hemos parado a tomar una cerveza.

Cuando pensábamos que habíamos rematado la mañana, Jaime nos comunica que las llaves de su coche han quedado dentro del maletero. Ante la imposibilidad de regresar en solo dos coches, doce caminantes, han vuelto para Alcalá los ocho que más prisa tenían, permaneciendo en el pueblo los cuatro restantes.

Algo más de una hora han tardado en volver Tasio y Jaime para recogernos. Con ellos hemos tomado unas raciones y nos hemos reído ideando cómo perder unas llaves cada domingo por lo divertido que ha resultado el accidente.

¿Dónde están las llaves? …
En el fondo del mercedes …
¿Que podemos hacer?

Disfrutar de unas cervezas,
y a lo demás, que le den.








¡HASTA LA PRÓXIMA!

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