lunes, 20 de mayo de 2013

Crónica: Torre del Burgo y vuelta


Ruta: TORRE DEL BURGO – HERAS DE AYUSO – CAÑIZAR – TORRE DEL BURGO. (Ruta Circular)

Distancia: 10  Km

Fecha: 12 de Mayo de 2013



Hoy día doce de Mayo, víspera de la festividad de la Virgen que se apareció el 13 de Mayo de 1917 a tres pastorcitos en Cova de Iría en Portugal, los caminantes estábamos a las nueve de la mañana con los coches aparcados en la Plaza de la Picota de Torre del Burgo dispuestos a emprender nuestra marcha.



Hemos salido al campo por la Calle de las Bodegas. De nuevo vamos a andar por las tierras de la vega del Badiel, cuando sus campos están dando el fruto de los espárragos y diversas cuadrillas están realizando el trabajo de la recogida por diferentes parcelas.




Vamos siguiendo “La ruta de la Agricultura” que nos llevará a Heras de Ayuso, de donde solo distamos kilómetro y medio. Entre campos sembrados de espárragos y cereal, hemos llegado a un pequeño núcleo urbano que ha aumentado su población en los últimos años,  principalmente,  por el empadronamiento de emigrantes de Europa del Este dedicados fundamentalmente a la recogida de espárragos.



Heras de Ayuso está situado sobre un terreno llano y fértil con abundante cultivo agrícola de cereal y regadío. Lo mejor de sus tierras, siempre estuvo en manos de los Mendoza y de los monjes benedictinos de Sopetran.

Los Mendoza se establecieron en este pueblo en el Siglo XIV. Llamados por la belleza del lugar, levantaron aquí su casa palacio en la que pasaban largas temporadas descansando y practicando la caza.

En esta casa, hoy desaparecida, descansaron a su paso por aquí, los Reyes Católicos, el Emperador Carlos I y varios monarcas castellanos más. El palacio estaba situado muy cerca de la desembocadura del Badiel en el Henares y fue derribado hace pocos años.

En la plaza de la Constitución de Heras se encuentran el Ayuntamiento y  la Iglesia de San Miguel que fue levantada totalmente nueva, después de la guerra civil ya que la antigua fue saqueada y destruida. En su espadaña había un gran nido de cigüeñas.




El patrón del pueblo es San Juan Bautista y figura en el escudo de la villa sobre una barca que flota sobre agua, sin embargo la iglesia está dedicada al Arcángel jefe de los ejércitos de Dios venerado por las tres religiones: judía, cristiana e islámica.

El enemigo principal del Arcángel San Miguel fue Luzbel o Satanás, el Arcángel de los ángeles del mal.

Se le representa vestido con armadura de general romano con una lanza o espada amenazando a un dragón o demonio.

Mientras atravesamos el pueblo, vemos en el alero del tejado de una casa  un montón de nidos de golondrinas que en este claro día están revoloteando y cantando sin parar. No puedo evitar recordar a Bécquer. Estos animalitos, con sus trinos y vuelos inquietos,  inspiraron al poeta al verlos regresar desde tierras lejanas, aquellos versos tan  nostálgicos.

Volvemos a salir al campo camino de Cañizar. El sol ha comenzado a apretar por estos caminos desprovistos de árboles y sombra.

No tarda en aparecer Cañizar mimetizado con el paisaje sobre una pequeña elevación. Pasamos por la fuente y el lavadero antes de ascender hasta su Iglesia Parroquial que llama nuestra atención por su gran tamaño y su torre de ladrillo con tres cuerpos. La  entrada principal está protegida por un pórtico cubierto sobre columnas. Enfrente se encuentra el Palacio del Cardenal Romo con el tejado hundido. Tiene en la fachada los escudos de la familia.



Esperamos a Tere que viene a abrirnos la Iglesia y nos la enseña con verdadero orgullo. Nos cuenta que fue expoliada en guerra y que son los vecinos quienes con sus donativos la cuidan y adornan.

Por dentro es un templo de tres amplias naves, cabecera plana y coro alto a los pies. En una capilla lateral añadida se encuentra El Santísimo Cristo de la Fe, un crucificado por el que todo el pueblo siente una gran devoción.  En  una pared de esta capilla muestran la foto de uno de sus hijos más ilustres como fue el Cardenal Arzobispo de Sevilla  Don Judas Tadeo José Romo y Tere nos da a conocer que la reja de la capilla la pagó el periodista y escritor Manu Leguineche que vivió en este pueblo cinco años.

 




 La iglesia en su origen debió ser de estilo mudéjar como lo dan a entender sus dos artesonados bien trabajados, uno sobre el Presbiterio y otro cubriendo la nave principal. Nos cuenta Tere que este último apareció mientras arreglaban el tejado pues estaba cubierto por una bóveda de yeso.

Dos grandes conchas caribeñas sirven de pilas da agua bendita y nos dice nuestra guía particular que las donó un marinero. Esto suena tan romántico que se me ocurren unos versos para recitar en el pueblo:

<<A CAÑIZAR UN BUEN DÍA
    UN MARINERO LLEGÓ
    Y EN LA PUERTA DE LA IGLESIA
    SENDAS PILAS NOS DEJÓ.
    ¡¡DIOS TE GUARDE MARINERO!!
    DIOS TE LO PAGUE TAMBIÉN
    TE GUIARÁ EN LAS TORMENTAS  
    NUESTRO CRISTO DE LA FÉ. >>

La Calle Mayor de Cañizar nos deja en una amplia senda que nos conducirá hasta Torre del Burgo. Vamos disfrutando de las vistas que nos rodean, el Cerro de Hita y otros cerros cercanos y más alejados, el Pico del Ocejón y la Sierra de Guadarrama con los últimos restos de nieve. Tras recorrer tres kilómetros y medio, entramos en Torre del Burgo donde recogemos nuestros coches para ir a un almacén a comprar espárragos. Después, en el Bar Sopetrán que está frente al Monasterio, tomamos nuestra cerveza de rigor.





Antes de regresar a Alcalá, nos despedimos de Vicente y le deseamos ¡Buen Camino¡ pues se marcha a Santiago por el Camino Complutense dentro de dos días. ¡A ver si cunde el ejemplo!


HASTA LA PRÓXIMA





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