lunes, 16 de diciembre de 2013

Crónica del 16 de Diciembre de 2013 - Ruta del Río Ungría; de Lupiana a Armuña de Tajuña

Grupo de Caminantes

Ruta: Ruta del río Ungría. Lupiana – Armuña de Tajuña

Distancia: 13 Km.

Dificultad: Baja

Fecha: 15 de Diciembre de 2013




Hoy día 15 de Diciembre era nuestra última salida del año 2013 y los caminantes hemos despedido este año  al tiempo que dábamos fin a la ruta del río Ungría, río que durante varias jornadas hemos acompañado desde sus nacimiento en Fuentes de la Alcarria hasta su desembocadura a donde nos dirigimos hoy, en Armuña de Tajuña .

Hemos desayunado en el bar “La Romana” de Lupiana, café con un delicioso bollo que nos ha traído Puri para celebrar su cumpleaños. Caigo en este momento que nos ha faltado cantarle el “Cumpleaños feliz”. Espero que sepa disculpar  nuestro estado “poco despierto” antes de las nueve de la mañana de este frío domingo en el que los termómetros marcaban 0º y los caminos permanecían helados.

Cuando las madrugadoras chimeneas de Lupiana humeaban mientras  embriagaban  el ambiente con su oloroso humo y los cazadores se preparaban para comenzar su jornada de caza, los caminantes hemos abandonado el pueblo desde su epicentro que es la Plaza Mayor con su picota. Como falta poco para la Navidad, en el Ayuntamiento había un Belén adornado con luces y guirnaldas.


Nuestro camino transcurre primero junto al río Matayeguas. Después de 2 Km. este pequeño río suelta sus aguas en el Ungría haciendo crecer su caudal. Después, hemos seguido por la margen izquierda del Ungría al que ya no vamos a abandonar hasta su desembocadura.

 Nos ha ocurrido más veces que sentimos un poco de nostalgia cuando abandonamos un camino que hemos recorrido durante algún tiempo. Hoy abandonaremos este valle alcarreño con su gran biodiversidad y que hemos pisado los caminantes mientras íbamos dejando atrás pueblos con carácter esencialmente agrícolas que es la seña de identidad  que les ha dado el Ungría desde tiempos ancestrales.
Esta mañana, las hojas y ramas de cardos y tomillos, goteaban el rocío de la noche y resplandecían  ante el día  que se hacía cada vez más luminoso. Todo el campo estaba cubierto por una escarcha blanca que le daba un aspecto cristalino.



Caminábamos con entusiasmo con el sol de cara que nos iba  calentando, mientras la Naturaleza otoñal nos observaba silenciosa. En el suelo han quedado gravadas las huellas de corzos y jabalíes que han cruzado nuestro camino en dirección al agua. No tardamos en ver dos parejas de “Bambys” subir veloces por el monte y observarnos desde lo alto con sus orejas tiesas. Los pobrecillos no saben que no es a nosotros a quienes deben temer; cerca se están oyendo ya, los tiros de los cazadores.
  




Más adelante, Horche, desde su atalaya, nos mira y nos saluda. Los caminantes le devolvemos el saludo reconociendo al pueblo que tiene el más bello lavadero de la provincia de Guadalajara y a donde llegamos un domingo cubiertos de copitos de nieve hasta su plaza donde nos invitaron a migas. ¡Cuántas historias fascinantes vamos guardando de los pueblos y caminos que recorremos cada domingo!
  



Hemos parado a tomar la fruta en el único pinar que hemos visto a lo largo de este valle.

Cuando eran poco más de las doce de la mañana hemos visto al Ungría soltar sus aguas sobre el Tajuña en medio de una chopera, dando por terminada nuestra ruta.
   

Cruzando por debajo de un puente y siguiendo unos metros por la carretera, hemos llegado hasta Armuña de Tajuña, una pequeña población situada sobre un cerro que el rey  Juan II donó a Don Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana y de este pasó a su hijo Don Iñigo López de Mendoza y Figueroa, primer Conde de Tendilla y hermano del gran Cardenal.


Por la Calle Mayor, hemos llegado hasta la Plaza del Ayuntamiento en la que hay una  pequeña fuente donde antiguamente seguro que hubo un buen pilón abrevadero y nos hemos acercado hasta su Iglesia Parroquial que estaba cerrada, pero hemos podido admirar su alta torre cuadrada  en piedra de sillería.

Camilo José Cela, pasó unas horas en este pueblo mientras esperaba el tren que le llevaría hasta Pastrana, según cuenta en su Viaje a la Alcarria.


De regreso en Alcalá, un grupo de Caminantes  hemos ido a ver el Belén de nuestra amiga  caminante y artista belenista, Mila, del que prefiero no hablar sino dejar estas fotos para que todos opinéis.













¡HASTA LA PRÓXIMA!


LA RUTA EN IMÁGENES





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