GRUPO DE CAMINANTES
Ruta: De Ambite de Tajuña a Orusco de
Tajuña
Distancia: 10
Km.
Comienza
la ruta delante de la estación de ferrocarril donde, hace ya mucho tiempo,
paraba el tren de Arganda. Transcurre por un antiguo trazado ferroviario que
quedó en desuso en 1957 y ha sido reutilizado como Vía Verde para caminantes y ciclistas.
Saliendo
de la antigua estación que es en la actualidad un establecimiento hostelero y
tiene al lado la piscina municipal y el polideportivo, el camino transcurre
paralelo al río Tajuña, aguas abajo.
Vamos
a atravesar un bello entorno natural de
gran riqueza ambiental.
Por nuestra izquierda bajan suaves laderas de los montes, mientras que por la derecha, es
el río Tajuña quien va trazando la fértil vega con pequeños meandros hasta
alcanzar el río Jarama donde desemboca.
De
la bonanza de la vega del Tajuña dan fe los numerosos molinos que aún quedan en
sus orillas y las tierras hortofrutícolas que la rodean, las mismas que daban
abundantes y variados productos que un antiguo tren transportaba desde estas
tierras hasta la capital para ser vendidos en el mercado de la Cebada. Se le
conocía como “el tren de Arganda que pita más que anda” y también como “el tren
de la remolacha” puesto que transportaba el azúcar a Madrid desde una fabrica de
remolacha cercana a Arganda.
Tras
caminar por La Vía Verde durante una hora, hay que abandonarla después de pasar
por una gran construcción que antiguamente fue un molino pero que hoy es una
fábrica de alfombras, girando por un camino de tierra que sale a la derecha en
dirección al pueblo de Orusco. Primero, cruzaremos el río por un puente que nos
deja en la carretera.
Continuar
por esta carretera en dirección a Ambite durante 1 km para salir de ella
girando a la izquierda por un camino que asciende hasta la ermita de la
Bellaescusa, patrona de Orusco, a donde llegaremos en una hora y media
Merece
la pena hacer la subida hasta la ermita para disfrutar de las espectaculares
vistas sobre la vega y de las dos villas del Alfoz, Ambite y Orusco tendidas
por las laderas de los cerros de la margen derecha del río.
La
ermita de la patrona de Orusco está situada sobre una roca yesífera y tiene a
su alrededor un espacio cubierto con mesas y bancos donde los caminantes pueden
hacer una parada para reponer fuerzas resguardados de la lluvia o del calor del
sol.
Junto
a la ermita crece una curiosa higuera que tiene tres tipos de hojas: de
higuera, de parra y de morera.
La
imagen de la virgen de Bellaescusa se encuentra en el altar mayor de la
parroquia de Orusco, desde donde la traen hasta esta ermita en procesión el día
de su fiesta, en Agosto.
La imagen de la Virgen tiene a sus pies a dos
cazadores. Cuenta la leyenda que estando dos caballeros de la Orden de Santiago
cazando por estos campos, entablaron una fuerte discusión y en el momento en
que sacaban sus armas se les apareció la Virgen. Fue la “bella escusa” que les
hizo desistir de sus malas intenciones.
La
ruta continua por un camino que asciende por detrás de la ermita, a la izquierda
y sin abandonarlo lleva hasta Orusco.
En
el entorno de estos parajes se encuentran unas cuevas que sirvieron de refugio
a eremitas en tiempos pasados.
Se
cuenta que tres nobles caballeros se retiraron a este lugar para llevar vida de sacrificio, vigilia,
oración y penitencia, siguiendo el ejemplo de San Antón Abad que en el Siglo IV
marchó a vivir al desierto de
Alejandría.
En
poco tiempo se les unieron otros hombres solitarios habitando en celdas
labradas en el monte.
Proliferaron
tanto los eremitas en época medieval que se les persiguió por ser gente que
vivía descontrolada.
Los
jóvenes del Tajuña, ante esta situación y después de vivir durante veinte años
de retiro, marcharon a Avignón, donde por entonces residía el Papa Luna,
Benedicto I, y pidieron permiso al pontífice para que les aprobara una regla
que superara a la de San Francisco y Santo Domingo y poder fundar una nueva
orden monástica bajo la advocación de San Jerónimo.
El
Papa les concedió la bula fundacional el día de San Lucas del año 1373.
Cuando
les llegó el permiso, los ermitaños se habían trasladado desde el Tajuña a la ermita de San Bartolomé
en Lupiana (Guadalajara) donde uno de los nobles tenía tierras. Así fue como
nació la Orden Contemplativa de los
Jerónimos siguiendo la regla de San Agustín.
Por
la ruta que acerca al pueblo, están señalizadas algunas de estas cuevas.
Cuando
se llega a la villa de Orusco, la primera construcción que aparece es la
Residencia Bellaescusa. El pueblo guarda la estructura de estar construido en
una ladera con calles cortas y empinadas y
tiene muchas casas encaladas que recuerdan su aspecto agrícola de antes.
Como
patrimonio arquitectónico solo cuenta
con su Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista. También podemos destacar
diversas fuentes repartidas por el municipio.
En
la panadería que hay en la Plaza de la Constitución merece la pena comprar
además del pan, palmeritas y croissant. Es una recomendación del párroco del
lugar.
FIN
LA RUTA EN IMAGENES