Grupo de Caminantes
Ruta: CAMINO DEL CID: Medranda –
Castilblanco de Henares - Jadraque
Distancia: 9 Km.
Dificultad: Baja
Fecha: 16 de Marzo de 2014
Dando
los Caminantes en Aranjuez, por terminada la ruta de “El Camino de los Monjes de Guadalupe” que
continúa hacia Toledo y tierras extremeñas, hemos vuelto a retomar El Camino
del Cid por la provincia de Guadalajara.
Nuestra
marcha de hoy salía desde Medranda, un pequeño pueblo de 100 habitantes situado
a las puertas de la sierra del Alto Rey.
Eran
las 10 h, cuando aparcábamos los coches en su Plaza Mayor, delante del
Ayuntamiento y nos quedábamos asombrados por el silencio que imperaba en sus
calles en contra del sonido que producía el agua que brotaba de los caños de
sus fuentes; un agua cristalina que tiene su manantial debajo de las casas del
lugar. En un pequeño perímetro hay hasta tres fuentes con numerosos caños y
bocas y un hermoso lavadero muy bien
recuperado.
Con
toda esta agua, el caudal del pequeño río Cañamares en cuya margen izquierda se
encuentra este pueblo, crece
considerablemente. Se trata de un río que nace cerca de Atienza por
donde se le conoce como Arroyo de Miedes. Más adelante, adquiere el nuevo
nombre y al llegar a Pálmaces de Jadraque ocasiona el Embalse de Pálmaces que
es el más antiguo de la cuenca del Henares, río principal en el que vierte sus
aguas el Cañamares que continúa bañando las localidades de Pinilla de Jadraque,
Medranda y Castilblanco, donde desemboca.
Medranda,
donde comenzamos hoy la ruta, se encuentra a
9 Km.
de Jadraque, a cuyo Común de Tierras pertenece.
El río proporciona al pueblo un bello valle y una fructífera vega de la que sus habitantes han vivido
siempre; pero esta mañana parece que
todos sus vecinos se pusieron de acuerdo para abandonarlo y de sus campos, solo
nos llega un gran silencio.
Seguramente
el edificio mas antiguo del pueblo sea su Iglesia Parroquial de Santa María en
la que sobresale una alta espadaña triangular con hueco para dos campanas.
Protegiendo la puerta de entrada tiene un pequeño pórtico sin interés
arquitectónico.
Sabemos
que en su retablo mayor, hay ocho pinturas oscuras entre las que destaca un
Calvario cuyas tres figuras centrales recuerdan al Greco. Este pintor, trabajó en algunos retablos de esta zona y la Diócesis de Sigüenza.
Como la Iglesia
estaba cerrada, no hemos podido comprobar si las pinturas continúan en su lugar
de origen.
Hemos
salido andando de Medranda por una calle que es
continuación de la carretera que va a Jadraque, en dirección sur.
Pasamos delante de la ermita de San Sebastián
cuya portada tiene un doble arco de entrada.
Dejamos
atrás el pueblo caminando primero por la carretera unos 500 metros. La
abandonamos girando a la derecha y continuamos por un camino que nos lleva
hacia la chopera y el río Cañamares.
El
Camino del Cid no tiene pérdida pues está perfectamente señalizado. Vamos aguas
abajo por un agradable y cómodo camino
entre chopos y campos de labor.
En
algunas huertas que parecen abandonadas, comienzan a verse algunos trabajos de
preparación para la siembra de verano y las tierras de labor que parecen
dormidas, están muy lejos de la esterilidad; empiezan a despertar del crudo
invierno y en el valle, todo es vida.
Detrás
vamos dejando la sierra y el pico Ocejón cubiertos de nieve, que dan un toque
de distinción al paisaje.
Cuando
llegamos a Castilblanco de Henares, también lo encontramos silencioso y vacío.
Solo 20 habitantes tiene esta pedanía que apenas dispone de servicios y a la
que entramos cruzando el río Cañamares por un puente, lugar que aprovecha
Blacky para darse un buen baño.
En
su amplia Plaza paramos a tomar la fruta. Pero esta parada de hoy no iba a ser
una más. ¡Quien nos iba a decir a los Caminantes que en esta Plaza, con su
frontón y fuente como testigos, íbamos a celebrar en esta soleada mañana de Marzo UNA
IMPORTANTE REUNIÓN que pasará a ser ¡HISTÓRICA!
Una
reunión que ha servido para crear juntos, un nuevo GRUPO DE CAMINANTES que pondremos en marcha con la
colaboración de todos en Abril.
Y
lo mejor de lo mejor, en mi opinión, ha
sido, haber estado todos, desde EL PRIMER MINUTO, absolutamente de acuerdo ante la propuesta de Julián que no era
precisamente ni fácil ni cómoda.
Como
miembros de este grupo, podemos sentirnos tan orgullosos como se sentirá
nuestro guía de estar cada domingo junto a personas tan SOLIDARIAS, GENEROSAS Y
ENTREGADAS.
Hemos
acordado que DOS PERSONAS de los que formamos el grupo actual, hagamos de GUÍA con
el nuevo grupo que se cree, rotándonos EN PAREJA, cada domingo y REPITIENDO con
ellos, la marcha que el domingo anterior
hayamos hecho los veteranos. De este modo y con la participación de
todos, nos tocará ejercer la responsabilidad una vez cada dos meses y el grupo de Caminantes crecerá pero con un CRITERIO UNIFICADO: El mismo
punto de encuentro, la misma hora de salida, compartiendo coches que se
alternen, pagando a los conductores, empleando solo la mañana del domingo salvo
excepciones acordadas, tomando café al
principio y cerveza al final…pero con UN
ÚNICO GUÍA - LIDER QUE SERÁ JULIÁN y acometiendo alguna marcha común cuando
convenga.
¡Me
parece emocionante la nueva experiencia! ¡Ojala salga bien y resulte un grupo
tan estupendo como el actual!
Y
ahora volviendo a la ruta, he de decir que
Castilblanco es el último pueblo
de la vega del Cañizares. Se encuentra a
tan solo 5 Km.
de Jadraque.
Entramos
a ver su Iglesia de Nuestra Señora del Rosario
a través de un pequeño y humilde pórtico que cubre una puerta de medio
punto con arquivoltas sencillísima y solo una,
adornada con puntas de diamantes, propia de una iglesia románica.
Dentro,
el templo está muy deteriorado, de una sola nave y un altar barroco de madera
sin pintar ni dorar. Al lado del altar hay un tríptico interesante. Fuera tiene
como el de Medranda, una espadaña
triangular con hueco para dos campanas.
Salimos
del pueblo por un camino que asciende
frente a la Iglesia,
dejando la vega a la izquierda y adentrándonos en un pequeño barranco con hoces
calizas producido por el río Henares.
El
día se va haciendo cada vez más caluroso con el cielo de un azul intenso que
nos hace despojarnos de ropa. Un corzo asustado, pasa por delante de nosotros cruzando un sembrado
a grandes saltos. Vamos acompañando ahora al río Henares y sus márgenes nos
recuerdan a las que tiene a su paso por Alcalá.
Nos
cruzamos con un rebaño de ovejas cuyo pastor no ha sido precisamente amable y
desde luego, menos sociable que su ganado. No tardamos en ver aparecer a lo
lejos, el espléndido castillo de Jadraque.
Mientras
nos acercamos a la villa del castillo hemos de hacer 1Km. del final de nuestra
ruta de hoy, por carretera.
Antes
de acercarnos al caserío del que nos separa el río Henares, en una verde
pradera, bajo el puente de tres ojos, no hemos podido aguantar y nos hemos
tumbado a disfrutar del idílico lugar.
Después,
hemos cruzado el puente y las vías de
ferrocarril cercanas a la estación y
dejando la ermita del Cristo a nuestra
izquierda, hemos llegado al centro del
pueblo para tomar la cerveza.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
la ruta en imágenes
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