lunes, 31 de marzo de 2014

Crónica del 30 de Marzo de 2014

GRUPO DE CAMINANTES

Ruta: De Ambite de Tajuña a Orusco de Tajuña
Distancia: 10  Km.
Dificultad: Baja


Comienza la ruta delante de la estación de ferrocarril donde, hace ya mucho tiempo, paraba el tren de Arganda. Transcurre por un antiguo trazado ferroviario que quedó en desuso en 1957 y ha sido reutilizado como Vía Verde para caminantes y ciclistas.





Saliendo de la antigua estación que es en la actualidad un establecimiento hostelero y tiene al lado la piscina municipal y el polideportivo, el camino transcurre paralelo al río Tajuña, aguas abajo.

Vamos a  atravesar un bello entorno natural de gran riqueza ambiental.

 Por nuestra izquierda bajan suaves laderas  de los montes, mientras que por la derecha, es el río Tajuña quien va  trazando  la fértil vega con pequeños meandros hasta alcanzar el río Jarama donde desemboca.

De la bonanza de la vega del Tajuña dan fe los numerosos molinos que aún quedan en sus orillas y las tierras hortofrutícolas que la rodean, las mismas que daban abundantes y variados productos que un antiguo tren transportaba desde estas tierras hasta la capital para ser vendidos en el mercado de la Cebada. Se le conocía como “el tren de Arganda que pita más que anda” y también como “el tren de la remolacha” puesto que transportaba el azúcar a Madrid desde una fabrica de remolacha cercana a Arganda.


Tras caminar por La Vía Verde durante una hora, hay que abandonarla después de pasar por una gran construcción que antiguamente fue un molino pero que hoy es una fábrica de alfombras, girando por un camino de tierra que sale a la derecha en dirección al pueblo de Orusco. Primero, cruzaremos el río por un puente que nos deja en la carretera.

Continuar por esta carretera en dirección a Ambite durante 1 km para salir de ella girando a la izquierda por un camino que asciende hasta la ermita de la Bellaescusa, patrona de Orusco, a donde llegaremos en una hora y media
Merece la pena hacer la subida hasta la ermita para disfrutar de las espectaculares vistas sobre la vega y de las dos villas del Alfoz, Ambite y Orusco tendidas por las laderas de los cerros de la margen derecha del río.

La ermita de la patrona de Orusco está situada sobre una roca yesífera y tiene a su alrededor un espacio cubierto con mesas y bancos donde los caminantes pueden hacer una parada para reponer fuerzas resguardados de la lluvia o del calor del sol.

Junto a la ermita crece una curiosa higuera que tiene tres tipos de hojas: de higuera, de parra y de morera.

La imagen de la virgen de Bellaescusa se encuentra en el altar mayor de la parroquia de Orusco, desde donde la traen hasta esta ermita en procesión el día de su fiesta, en Agosto.


 La imagen de la Virgen tiene a sus pies a dos cazadores. Cuenta la leyenda que estando dos caballeros de la Orden de Santiago cazando por estos campos, entablaron una fuerte discusión y en el momento en que sacaban sus armas se les apareció la Virgen. Fue la “bella escusa” que les hizo desistir de sus malas intenciones.

La ruta continua por un camino que asciende por detrás de la ermita, a la izquierda y sin abandonarlo lleva hasta Orusco.

En el entorno de estos parajes se encuentran unas cuevas que sirvieron de refugio a eremitas en tiempos pasados.
Se cuenta que tres nobles caballeros se retiraron a este lugar  para llevar vida de sacrificio, vigilia, oración y penitencia, siguiendo el ejemplo de San Antón Abad que en el Siglo IV marchó a  vivir al desierto de Alejandría.

En poco tiempo se les unieron otros hombres solitarios habitando en celdas labradas en el monte.

Proliferaron tanto los eremitas en época medieval que se les persiguió por ser gente que vivía descontrolada.

Los jóvenes del Tajuña, ante esta situación y después de vivir durante veinte años de retiro, marcharon a Avignón, donde por entonces residía el Papa Luna, Benedicto I, y pidieron permiso al pontífice para que les aprobara una regla que superara a la de San Francisco y Santo Domingo y poder fundar una nueva orden monástica bajo la advocación de San Jerónimo.

El Papa les concedió la bula fundacional el día de San Lucas del año 1373.

Cuando les llegó el permiso, los ermitaños se habían trasladado  desde el Tajuña a la ermita de San Bartolomé en Lupiana (Guadalajara) donde uno de los nobles tenía tierras. Así fue como nació la Orden  Contemplativa de los Jerónimos siguiendo la regla de San Agustín.

Por la ruta que acerca al pueblo, están señalizadas algunas de estas cuevas.

Cuando se llega a la villa de Orusco, la primera construcción que aparece es la Residencia Bellaescusa. El pueblo guarda la estructura de estar construido en una ladera con calles cortas y empinadas y  tiene muchas casas encaladas que recuerdan su aspecto agrícola de antes.

Como patrimonio arquitectónico  solo cuenta con su Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista. También podemos destacar diversas fuentes repartidas por el municipio.

En la panadería que hay en la Plaza de la Constitución merece la pena comprar además del pan, palmeritas y croissant. Es una recomendación del párroco del lugar.



FIN




LA RUTA EN IMAGENES








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